(casi) todo me da ASCO (hoy)

no dejaban de gritar, el circo abría sus puertas, pero siguió caminando, algo perdida, por esa curiosidad implícita en algunos humanos. A empujones, fue arrastrada hasta la pared del fondo, y una vez allí, se acurrucó en una esquina, abrazando sus piernas, sin dejar de observar el espectáculo empezado, las risas ajenas.
Sin pensarlo, cambió de posición. Las palmas de las manos en el suelo, el culo en pompa, y la cabeza de lado. Comenzó a corretear, entre aquellxs absurdxs, a cuatro patas, pero no era suficiente. Nada.
Visto lo visto, decidió quitarse las bragas, y usarlas a modo de sombrero.
Pero fue inútil. No entendía muy bien porqué hacía aquello, era todo un sinsentido, y comenzó a lloriquear, caprichosa, deseando escapar de aquella fobia. Perdida, buscó entre la gente, pero parecían entretenidos con otros quehaceres. Todos, menos aquel, que al igual que ella, desnudo, había caído en el círculo arrastrado por la masa. Parecía enfadado, a pesar de sonreír de forma contínua, sin apenas tomar aliento. Impúdicos, cruzaron miradas, y sin más, se acercaron, ella a cuatro patas, él imitando sus movimientos, burlándose, lleno de explosivos. Tenía algo que lo desmarcaba, algo distinto. Olía a pólvora.
¡Bomba!